Epilogo de dibujos y plumillas

El motivo de sacar a la luz estos dibujos y plumillas, es para  recordar que nos hallamos en una ciudad con una cultura inigualable, dentro del  ámbito medieval de la península ibérica, esto es por la cantidad y calidad de sus monumentos, por tanto debe ser considerada como uno de los conjuntos monumentales más prestigiosos de Europa.

Además su potencial histórico nos ensambla como en una biblioteca viva, que no tiene fin y que nos encontramos simplemente con pasear sus arterias, llegando a ser como un  gran archivo rico y fiel a su orografía, que se halla escrito de forma indeleble sobre sus calles y monumentos.

Su belleza nos deja perplejos, la veamos desde la carretera de circunvalación, desde su senda ecológica o desde cualquiera de las encrucijadas o pequeñas plazas que contiene, siempre que la miremos con los ojos del entendimiento y de la cultura.

Las perspectivas que nos encontramos en ella, son de un potencial sin precedentes, pues en cada esquina surge la sorpresa, dejándonos absortos por la cantidad de matices que en ella  podemos observar y disfrutar todavía.

Pero además de todo esto, sus interiores concentran tal cantidad de tesoros, que pocos lugares en el mundo la superan, igualándose a Jerusalén o Roma en nuestro tiempo y Alejandría o Constantinopla en la antigüedad, siendo en su pequeñez una de las urbes más fecundas histórica y patrimonialmente hablando.

Motivo por el cual es una joya a la que hay que cuidar y embellecer, esperando que en nuestro tiempo, esta ciudad, la más rica arqueológicamente hablando de la península ibérica, sea la más respetada y la más investigada en  todos sus antiguos contenidos.

Además de su fecundación por las tres culturas que la definen, como judíos, musulmanes y cristianos, hay  que sacar a la luz los riquísimos restos de otras civilizaciones anteriores que dejaron en ella una vastísima impronta, sobre todo su espléndido circo romano, como así se está llevando a cabo con sus “termas” en la actualidad, sin dejar de lado la ciudad visigótica enterrada en la vega baja, hoy solo excavada en una pequeña parte.

Gracias a las catas arqueológicas llevadas a cabo en distintos lugares de la ciudad,  hoy sabemos que  este altivo peñasco, esta ciudad-isla, este lugar de encrucijadas por ser punto central de la península ibérica y sus alrededores, ya se encontraba habitado desde la más remota antigüedad, en tiempos neolíticos, hace unos 4000 años, por lo que contiene una larga y fecunda trayectoria en el espacio-tiempo, que hay que ir sacando a la luz para enriquecimiento de la humanidad y de nosotros mismos.

Recordemos  que Toledo es un centro histórico de primera magnitud, al que hay que ir dando la oportunidad de que se convierta poco a poco, en un centro de estudios que concentre distintas actividades, desde un punto de vista de la historia antigua y moderna y que a su vez sea un lugar de experiencias en los campos de la excavación, de la restauración y del estudio de las artes, como ahora comenzamos a vislumbrar por medio de alguna de sus entidades. Que así sea.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligación por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

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