Por Alejandro Vega. Año 2011.

Este nuevo trabajo consiste en dejar constancia de un ser ejemplar, que desarrolló la mejor parte de su vida creativa, en una de las ciudades con más personalidad del antiguo imperio español y una de las más famosas del mundo en la actualidad, por los secretos que guarda y por su belleza, aunque son difíciles  de reconocer pues “los árboles no dejan ver el bosque” tan fecundo, en la que se encuentra inmersa.

Por tal motivo desde esta página o blog, me atrevo a dar alguna de las secuencias de la personalidad de un ser excepcional, como es el lombardo y cremonés Juanelo Turriano, enfrentado a un monte-isla mítico, contenedor de la ciudad de Toledo, cuyos altivos y desfasados mandatarios de aquel tiempo, después de haberles hecho un gran favor, además de no satisfacerle de ninguna de las maneras, le fueron dejando en el olvido casi absoluto.

Y es gracias a algunos de los escritos de sus contemporáneos y a los trabajos de algunas de las almas caritativas que le han sabido estudiar y comprender,  por lo que ahora en nuestro tiempo sabemos del mismo, por eso el motivo de estas páginas como recordatorio de tal evento. Por mi parte me baso en todos ellos, por tal motivo me hallo sobre hombros de gigantes.

Esta cuidad por muy imperial que fuese, no puede olvidar a un genio del renacimiento de tal envergadura, que vivió, experimentó y construyó en ella, las más grandes obras de ingeniería de su tiempo, los famosos “artificios”, pues por el tamaño de estos, superan en grandiosidad y largura a los trabajos de otros genios, comparándose a Leonardo da Vinci, que ya es decir bastante.

Prueben a hondar en estas páginas, para darse cuenta de que todo lo que el ser humano se propone con anhelo, voluntad y para bien de los demás, lo consigue, pues la tenacidad se encuentra por encima de las circunstancias, de los enemigos, de las críticas y aún del tiempo y aunque desaparezcan las más grandes obras, estas dejan un recuerdo imborrable en el espacio-tiempo.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligacion por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

Copyright  A. Vega. 2011.