1º. Ópera prima. «Introducción al Toledo Filosofal».

Mi “opera prima”,  es decir, mi primer libro, vio la luz el año 1989. Para mí, el escribirle fue por  una necesidad imperiosa, pues al dedicarse esta ciudad a la “magia” en la antiguo (que no eran más que las ciencias que no podían ser comprendidas por la mayoría de los seres humanos de entonces), no había un libro desde la edad media que plasmase en alguna de sus partes más interesantes, alguna de las ciencias que en ella se habían estudiado, entre ellos el arte de la “Alquimia”.

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Ciudad apasionante, a la que hay que estudiar no solo desde su historia, también desde su cultura y su ciencia, única forma de comprender su conglomerado filosófico, desde un punto de vista más profundo por hermético.

Hay que recordar que esta “altiva peña”, ha sido fecundada desde los más remotos tiempos, por diferentes pueblos que han visto nacer en ella a sus mejores hijos, tanto para bien como para mal y para los extraños este lugar ha sido como un imán, cuyo paradigma les ha hecho encumbrarse hasta las cotas más altas (después de haber muerto y haber sido resucitados siglos más tarde por mentes que los han comprendido).

Solo hay que recordar que en Toledo se llevaron a cabo fábricas extraordinarias en tiempos hispanorromanos, desde el año 192 antes de Cristo en adelante, entre ellos uno de los circos más grandes de aquel imperio, una presa de acogida de aguas a 42 Km. de distancia de la ciudad, con un acueducto grandioso para salvar el profundo valle del rio Tajo o unas magníficas termas cuyos sistemas se están redescubriendo ahora en nuestro tiempo. Y la ciudad se expandió hacia sus vegas, como se está comprobando ahora en nuestro tiempo.

En tiempos visigodos, en solo tres siglos, del V al VIII, hicieron de Toledo su capital y en sus escuelas ya se enseñaba con el método del “Trivium y el Cuadrivium”, es decir, gramática, retórica y dialéctica o aritmética, geometría, astronomía y música. Aquí se llevaron a cabo nada menos que “dieciocho concilios”, sobre leyes tanto políticas como religiosas, además de dejar un  fabuloso tesoro, nada menos que con las veinticinco coronas votivas de todos los reyes godos, así como la famosa “Mesa de Salomón”, en la que se encontraban inscritas las máximas legadas por Hermes Trimegistro.

Por si esto fuera poco, con las gentes del Islam al entrar y asentarse en Al-Andalus en el año 711 de nuestra era, trajeron consigo toda la ciencia de Oriente, además de toda la ciencia griega. Con tal exquisitez y refinamiento se llegó al tiempo del califato y después las “taifas” o provincias. Mientras tanto en el plano aritmético, se había pasado desde el ábaco a los números escritos o algorismos, dando un impulso fabuloso a las matemáticas, pero también a la geometría, a la astronomía y a la alquímia.

La transmisión de dichos saberes, fue hecha a través de la traducción llevada a cabo por los hebreos en general, pues al hacerlos aprender el idioma árabe, era un pueblo bilingüe al expresarse en latín, además de conservar su lengua materna el hebreo. Estos estaban en Toledo desde tiempo inmemorial, con sus propios barrios o juderías, donde habían construido multitud de sinagogas y “madrasas” o escuelas rabínicas. En ellas se estudiaban los libros santos como el Talmud, a través de los métodos cabalísticos y místicos para entender al creador, al universo y al mundo.

Más tarde cuando el rey Alfonso VI, tomó Toledo por capitulación a los musulmanes en 1085, teniendo que hacer una labor de jurisprudencia sin precedentes en Occidente, pues dio “carta”, “fuero” o “leyes” al conglomerado de diferentes tipos de gentes que aquí vivían, más con los que repobló las tierras que antes pertenecían al Islam. Me refiero a mozárabes, mudéjares, judíos, francos, castellanos y de otras regiones de la propia Hispania. Este desarrollo particular para cada etnia, hizo que se desplegara una gran labor jurídica particular, aunque de convivencia y tolerancia para el común de todos ellos.

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Al mismo tiempo, la ciudad crecía hacia sus arrabales y por tanto su fisonomía así como su conglomerado de casas, calles y templos (en este caso para tres tipos de religiones, como la musulmana, hebrea y cristiana), se iban conformando como un conjunto expresivo común, bajo una sociedad multirracial, teniendo mucho oficio en sus artesanías, (recordemos que el estilo en el arte de la construcción toledana es el mudéjar), con de grandes mentes o maestros en donde apoyarse, dejándonos un poso de sabiduría, que ahora en nuestro tiempo a poco que escarbemos nos lo encontramos a flor de piel.

Todos los saberes de oriente, se concentraron en Hispania, ensamblándose en los que aquí había,  principalmente en Toledo, llegando a una necesidad tal, que surgieron en la ciudad varios colegios de traducción , unos en 1150 y otros en 1250, sin dejar de trabajar antes, durante y posteriormente a estas dos fechas, pues eran tales las ansias de saber de los centroeuropeos que venían hasta aquí en aquel tiempo, con el fin de aprender, traducir y trasvasar a sus tierras todas las ciencias, entre ellas las matemáticas, astronomía,  geometría,  alquimia,  medicina y otra tantas, que al ser extrañas para la gran mayoría, tomaron un carisma mágico. Por tal motivo y desde otros países y como “leyenda negra”, por ser una “tierra de misterio”,  se decía que a Toledo se iba a estudiar “los demonios”.

A mediados del siglo XIII, nació aquí en esta ciudad el rey Alfonso X “el sabio”. Este concentró en la ciudad a grandes mentes, que conformaron las famosas “Tablas Alfonsíes de Astronomía”, además de facilitarnos el “vernáculo” (el romance o lengua castellana, el tercer idioma más usado hoy día en el mundo). También se tradujeron como no, tratados mágicos como el famoso “Picatrix” entre otros, para no perder la magia toledana. Por si esto fuera poco, los judíos no se quedaban a la zaga, pues aquí hubo varias academias talmúdicas, donde se enseñaba la mística judaica, es decir, la Cábala hebrea, que tanta repercusión tubo en la edad media.

Luego llegó la época gótica, legándonos un dictado indeleble en piedra, en los edificios construidos de ese estilo en la propia ciudad, de una magnitud sin precedentes, pues concentran una sabiduría arcana por secreta, que destila gotas de conocimiento al que las sabe reconocer, por medio del estudio, la paciencia y mucha voluntad, no por medio del plagio o la imitación.

Más tarde los grandes emperadores como Carlos I y su hijo Felipe II, (cuando ya heredaron un país llamado España),  dieron y  quitaron la capitalidad del reino de Hispania a Toledo, legándonos puertas y palacios renacentistas, impregnados con sus improntas y sus símbolos. Todo este bagaje tanto histórico como cultural, dieron pie en mi humilde persona, para estudiar estas dos ramas hasta llegar a sus más íntimos detalles, aunque al no alcanzar la meta esperada, traté de ver las razones y las formas de su ser y de pensar en aquellas épocas.

Para tal fin tuve que estudiar a los más grandes cabalistas y alquimistas de todos los tiempos y con estos saberes y así  poder llegar a comprender a una ciudad tan bella, enigmática y cerrada  al mismo tiempo como Toledo.

Cuando has estudiado tanto, con el tiempo comprendes que nada es casualidad, sino que todo se conforma por medio de la causa-efecto. Por tal motivo comencé a describir a esta ciudad-isla por el único lugar que  es accesible, es decir, por el istmo que la une con la tierra real, pues se encuentra bordeada en sus ¾ partes, por un río también mítico como el Tajo.

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Tras darme verdadera cuenta de que este legendario monte, se parecía a un cerebro que guardaba todos los arcanos y también los arquetipos, llegué a internarme en sus más escondidos enigmas para poder atisbar su complejo entramado urbanístico y más tarde conducir mis conclusiones hacia el futuro.

El más principal de esos misterios se refiere al encuentro con uno mismo, al cual los alquimistas refieren como “materia prima” y en su búsqueda me encaminé con mis estudios. Llegué entonces a entender el peregrinaje, en cuya máxima expresión se encuentra el “Camino de Santiago”.

Por mi parte descubrí, que nada más entrar por la puerta de Bisagra o Albixará (la buena nueva), para hallar el templo de Santiago del Arrabal, aunque con unas connotaciones extraordinarias, por encontrarse en el campo de irradiación de la ermita de la Virgen de la Estrella, cuya conjunción me hizo de estudiarle como paraje hasta sus últimas consecuencias.

Estos descubrimientos me dieron pie para escribir mi primer tratado filosófico, denominado como “Introducción al Toledo Filosofal”, el cual se compone de catorce capítulos más un epílogo. Al no encontrar ningún editor, me decidí a editarle por mi cuenta. También diseñé y dibujé  la carátula y  la contra portada, así como todos los dibujos que acompañan a cada capítulo, desde un punto de vista “naif”, pero totalmente herméticos.

El primer capítulo está referido a como entrar y como entender el arte de la alquimia, a través de una ciudad como  Toledo, con dibujos cuyos símbolos pueden servir de ayuda al neófito para iniciarse en dicho trabajo, aunque siempre haga falta un verdadero maestro para ello. La advertencia que hago en el mismo, es que un libro malo hace ver un libro bueno y que si alguien piensa que el libro es un invento, dicha palabra viene de “invenio” que quiere decir descubrir.

En el segundo capítulo, doy una semblanza desde el norte de la ciudad y de lo que esta atesora en sus profundidades, a través de un cuadro mítico como es el “Laocoonte” del famoso pintor  Doménico Teotocópulis  “el Greco”, pintor por excelencia de Toledo, con mi propia copia del mismo, para poder entender sus profundos secretos.

El tercer capítulo es un estudio de lo que yo denominaba como  el “seto vivo”, cuando este se hallaba recién construido. En él se encontraban los tres árboles simbólicos que han determinado la esencia de las tres religiones del libro, sobre todo en esta ciudad, refiriéndome en el mismo a la “Leyenda de Adán”. Después las “siete fuentes”, representación de los siete metales con los que se debe trabajar y al final del mismo los tres símbolos unidos, como son la cruz cristiana, la media luna musulmana y la estrella hebrea (estas dos últimas desaparecidas) que nos dan la síntesis y cuyo hermético dibujo tiene que ver con ese mismo tema.

Luego, capítulo a capítulo, con sus respectivos dibujos, pasando por Santiago en el Campo de la Estrella y el encuentro con la “materia prima” representada por su columna central, para poder llegar así a la segunda muralla de Toledo y poder traspasarla por los diferentes huecos que en ella se abren al efecto. La “puerta del Sol y de la Luna”, desde un punto de vista de la alquimia cristiana. También se accede por la puerta del “Cristo de la Luz” o del Valmardón, desde el pensamiento de la alquimia árabe. Pero si queremos entra por el método de la Cábala, lo haremos por la Subida de la Granja, conducente a la judería grande de Toledo.

En el epílogo encontramos el camino que se necesita para comprender y dominar el verdadero encuentro con esta ciudad, cuyo impacto despierta  a los durmientes, ajenos a la verdadera ciencia y entonces solo el trabajo, ya sin descanso, te conducirá a donde quieres llegar por ti mismo. Así sea.

Se esta preparando la segunda edición de esta obra, por el compromiso adquirido con la Editorial Ledoria para su publicación, que Dios mediante puede ver  la luz en el año 2012. Esperando que  este proyecto se lleve a cabo, un saludo a las personas que les gusten y disfruten con los temas alquímico

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligacion por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

Copyright A. Vega. 1989.

Para ver más sobre este tema alquímico y Toledo, acceder a los apartados de esta página:

Alquimia.

Conferencias.

En Recorridos=

1. Recorrido alquímico.

En la sección Libros=

4º. Alquimia en la Catedral de Toledo (El juego de la oca, Parte 1ª).

5º. Alquimia en la Catedral de Toledo (El juego de la oca, Parte 2ª).

Una respuesta to “1º. Ópera prima. «Introducción al Toledo Filosofal».”

  1. pepe alacant Says:

    Buena obra y buenas ilustraciones, que dan unas sensaciones inusitadas al que las comprede. Espero que haya más en el futuro.

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