El tesoro de Petroasa en Rumanía

Pero este tesoro talismán visigodo, asentado en la capital toledana, tenía su homónimo allende las fronteras, pues años antes de su aparición en la “Fuente de Guarrazar”, apareció el tesoro de los ostrogodos. Ya sabemos por la historia, que los godos se escindieron y se dividieron en dos ramas, la primera vez en el año 370 y la segunda en el año 526, posiblemente por cuestiones religiosas y de trato con los romanos. Una cepa se vino conquistando tierras hacía el Oeste, en nuestro caso los visigodos y otra se fue con sus conquistas hacía el Este, estos fueron los ostrogodos.

Cada una de estas ramas se llevó parte del tesoro ancestral o antiguo y luego le fueron enriqueciendo a voluntad. Y fue en 1837, en la ciudad de Petroasa en Rumanía, cuando dos labradores salieron hacía el monte Istritza, en los Cárpatos, para sacar un poco de piedra para su sustento y cerca de la viña de los ardelianos, al partir un bloque se encontraron con unas piedras talladas toscamente formando un techo, y al ser abierto se llevaron una gran sorpresa.

En el fondo del hueco había algo que brillaba. Se trataba de objetos de oro engarzados con piedras preciosas. Un total de 23 preciosas piezas, que pesaban sobre cuarenta kilos. Entre ellas había platos, pateras, varias copas, vasijas, estatuas, broches, fíbulas, collares, brazaletes y aretes. Este tesoro fue enterrado en el año 380, en tiempos de Atanarico rey de los ostrogodos, cuando se dirigía a Constantinopla. Es decir, que estuvo enterrado nada menos que 1457 años, tiempo en que se fue haciendo  mito.

Por supuesto no faltó tampoco a este tesoro su historia rocambolesca entre los  que le hallaron, los joyeros, los terratenientes y la autoridad. Cayendo más tarde en tierras rusas y luego volviendo mucho más tarde a su lugar de origen, eso sí exponiéndose antes, como no en París. Su pieza más importante era un collar de oro cilíndrico, hoy desaparecido, que contenía una inscripción secreta, que le hacía ser un tesoro sagrado, como lo era el tesoro ancestral de los visigodos. Este tesoro se ahora encuentra en el Museo Nacional de Bucarest.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligacion por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

© Copyright A. Vega 2012.

2 respuestas to “El tesoro de Petroasa en Rumanía”

  1. Margarita Says:

    Una vez mas me sorprende con su investigación siempre enriquecedora. Muchas gracias.
    Un saludo de Margarita

    • Alejandro Says:

      Gracias Margarita. Desde luego mi trabajo me cuesta llegar a ciertas conclusiones, pero disfrutando tanto con este tipo de filosofía, le cuento que se disfruta bastante.
      Gracias a usted y reciba un saludo desde Toledo.

Deja un comentario