Alrededores del Puente de Alcántara y Artificio de Juanelo

Ahora nos detendremos en otro bello paraje de los  muchos que se observan en esta ciudad prodigiosa, conformada por una orografía única. Me refiero a la zona de Alcántara, cuyo monumento principal es el viaducto del mismo nombre que viene del idioma árabe y quiere decir “el puente”. Por él podemos atravesar el mítico río Tajo sin ningún problema, por el principio del valle que desde su “vega alta” comienza a conformarse a la entrada de la ciudad.

Gracias al empecinamiento de este río, que atraviesa la península Ibérica, este fecundó desde la antigüedad a esta peñascosa altura, tallándola y haciéndola única, pues en tiempos muy antiguos su cauce, que discurría por su cara noroeste, penetró más tarde también hacia su lado sureste quebrando por la fuerza su dura roca. Esta tierra en compensación  dio a luz a una hija, la ciudad-isla Toledo.

Sabemos por el propio aparejo del monumento y por la luz de su ojo central, que el puente se construyó en tiempos romanos, precisamente para poder atravesar de norte a sur y sin problemas la península ibérica en su parte central, entonces Hispania, y controlar el paso desde los pretorios, a la “parva urbis” de Toletum, pudiéndo llegar sin obstáculos a Emerita Augusta (Mérida), lugar para descanso y jubilación de sus soldados en aquel tiempo.

A mediados del siglo pasado, se construyó el “puente Nuevo” aguas abajo, dentro del propio valle, algo inaudito por su angostura, pues se podría haber edificado fuera en la propia vega. Quizás se construyó en dicho lugar, para que este estuviera controlado por la Academia de Infantería que se encuentra encima del mismo.

Más tarde, a finales del siglo pasado se construyó ya en la vega alta, el práctico  y cómodo puente de Azarquiel, para aclarar la densa circulación en dicha zona.

Quiere decir esto que los cimientos y estructura de este puente, tienen nada menos que casi dos mil años de antigüedad, con sus reconstrucciones tras sus duros quebrantos en tiempos árabes o en tiempos medievales y sus posteriores restauraciones. Estas nos han  dejado diferentes estilos hasta llegar al barroco de su puerta de entrada exterior hacia Toledo.

Una dilatada historia ha cubierto a este puente de Alcántara, dando un gran servicio a la ciudad durante milenios y por este motivo siempre ha estado rodeado de grandes monumentos defensivos. El más importante y más cercano al mismo ha sido el Castillo de San Servando, construido al otro lado de la ciudad sobre una pequeña altura pegada al propio río, sobre el puente. Este ha tenido que sepamos desde tiempos romanos, labores defensivas con respecto a su entorno y al propio puente.

Este lugar ha debido de estar habitado desde la prehistoria, pues sus huellas más intimas así nos lo revelan, ya que la torre del homenaje en sus alrededores  alberga tumbas muy antiguas, siendo las que determinan su verdadera antigüedad.

Presento aquí otra de mis plumillas, en la que observamos la bella imagen del puente de Alcántara, desde el interior del valle, con sus arcos y sus torreones más la puerta de Alcántara, el río pasando por su arco central. Por encima del torreón medieval interior, los antiguos palacios de Galiana “de arriba” hoy convento de la Concepción y al fondo se observan el barrio de las Covachuelas, sobre el que apoya el magnífico por extraordinario Hospital Tavera.

Edificio hospitalario, edificado en estilo renacentista por el arquitecto Covarrubias y demandado por el poderoso cardenal D. Juan Tavera, en el que se observa su cualidad italianizante y su impresionante imagen sobresaliendo en el horizonte.

Al otro lado y ya dentro de la propia ciudad, nos encontramos uno de los edificios con más personalidad de Toledo, el Palacio Imperial, alcázar en tiempos árabes, pretorio en tiempos romanos y antes bastión carpetano. Todos ellos se han asentado desde antiguo sobre la colina más alta de la ciudad y ahora su edificio actual se yergue sobre el conjunto con una gran belleza.

Su última configuración se la debemos al gran arquitecto Covarrubias, que le diseñó de esta forma para morada del emperador Carlos V y su hijo Felipe II, aunque este último cambió la capitalidad desde aquí a Madrid y su residencia al Escorial.

Varias veces destruido dicho edificio en su configuración actual, tanto por incendios como por guerras, ahora se levanta majestuoso, siendo en nuestro tiempo una sede cultural de gran prestigio, pues contiene entre sus muros la importante Biblioteca Regional de la Comunidad de Castilla- La Mancha y el Museo del Ejército Español, más sus exposiciones monográficas, encumbrando la dilatada historia de este altivo  monumento y enriqueciéndola con dichos museos a escala internacional.

Las imágenes que nos encontramos alrededor de este entorno, son fundamentalmente bellas, tanto si las observamos en pleno día como al amanecer, desde el interior como desde el exterior.

Viniendo desde Madrid, se llega a esta parte de la ciudad, por medio de los modernos servicios ferroviarios de alta velocidad (AVE), desembocando en el andén  de su artística Estación de Ferrocarril, construida a últimos de hace dos siglos, en estilo neo-mudéjar, dando una personalidad exquisita al conjunto, pareciéndonos estar en un lugar oriental, pues por su gran sala interior y su torre exterior, nos parece estar en el entorno de una mezquita musulmana con su alminar incluido.

A poco que andemos desde aquí por el Paseo de la Rosa, nos encontraremos un paisaje muy original antes de entrar por esta zona a Toledo, cuya base fundamental se encuentra  motivada por el río Tajo, el puente Alcántara, el antiguo muro de la alcazaba, la puerta de Alcántara y dicho Alcázar en su cima, por tal motivo me atreví a dibujar otra plumilla desde este lugar tan bello y tan impresionante.

Muy poca gente que viene ahora y pasa por aquí a Toledo sabe, que cruzando dicho puente hacia la ciudad, a su mano izquierda se encontraba hace siglos el famoso “Artificio de Juanelo”, que era considerado en su tiempo como una de la obras tecnológicas más importantes de su tiempo, pues subía el agua desde el río Tajo y sin presión hasta los pies del propio Alcázar, para saciar la sed de la ciudad., según observamos en la maqueta existente en el edificio “Toletum”.

Este sabio italiano del renacimiento, cuyo apellido era Turriano, fue relojero  del emperador Carlos V, acompañándole hasta el monasterio de Yuste que se halla en Cuacos de Cáceres, precisamente para preparar  el lugar  y la hora precisos para cuando le llegase el tránsito final a dicho personaje y según las líneas telúricas y las constelaciones de ese tiempo, poder encontrarse directamente con el Ser Supremo.

Después de la muerte del emperador,  fue matemático de su hijo Felipe II y por ello se le encargó la subida de aguas  a la ciudad, cuestión que llevó a cabo con suma perfección, pero al quedarse dicho elemento en las obras del Palacio Imperial, que se construía en aquel tiempo, el Ayuntamiento no le pagaba ni tampoco el Alcázar, por lo que bajo su responsabilidad tubo que construir otro artificio paralelo al mismo, muriendo en la más absoluta ruina.

Al desaparecer este ser tan especial y su familia, estos dos edificios se fueron deteriorando y tras los hurtos de sus materiales, solo ha quedado el recuerdo de aquellas magníficas maquinas, por tal motivo he dibujado en el año 2011 dichos artificios, para hacernos una idea de donde se encontraban y hasta donde subían el líquido elemento.

Solo nos queda en dicho lugar una placa, pero que no conmemora a estos grandiosas máquinas, sino a una de las poesías más profundas del místico San Juan de la Cruz, pues estuvo en el convento del Carmen Calzado, preso por la inquisición y le fue posible escapar gracias a los dos artificios de Juanelo, por los que se debió deslizar y pudo huir a otro convento toledano, el de San José. Dicha poesía que se refiere al alma y siendo de una sensibilidad inigualable y dice así:

En una noche oscura

con ansias, en amores inflamada.

Oh dichosa ventura,

salí sin ser notada,

estando ya mi casa sosegada.

Si este puente hablara, nos dejaría perplejos por la cantidad de historias que han ocurrido en él y en este paraje y nos daríamos cuenta de la infinita estupidez que nosotros los seres humanos tenemos. Menos mal que ahora podemos gozar de estos monumentos en estos  tiempos de paz y sosiego en esta tierra tan bella, tanto de día como de noche.

No obstante, uno de los secretos más preciado de los muchos que atesora, se refiere a la inscripción que tiene en el centro del torreón de salida dentro de la ciudad, mandada colocar en 1.258 por orden el rey Alfonso X “el sabio”.

En ella nos dejó impresas en piedra varias eras, como  la de Moisés correspondiendo al año 2651, la de Alejandro Magno a 1570, la del emperador César a 1258, que era el cómputo con el que se contaban los años en la edad media y la de la Hégira islámica al 658.

Se supone, que lo que definimos como segunda “Escuela de Traductores” se hallaba en el castillo de San Servando, por este motivo los truchimanes extranjeros que venían  a traducir a Toledo los libros de ciencia que les interesaban, al pasar estos por aquí, sabían el año en que se encontraba su civilización, algo muy práctico para su tiempo. Así es la historia detallada de esta ciudad única.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligación por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

© Copyright A. Vega 2012.

6 respuestas to “Alrededores del Puente de Alcántara y Artificio de Juanelo”

  1. javier Laviana Says:

    Hola Alejandro, me gusta tu Web. agradecerte toda la información. He llegado a esta buscado referencias del itinerario del artilugio: la fragua, el pasadizo del Carmen, el llano de Santiago y el corral de Pavones; como sabes referncias de la distribucion de » cazos» en el Inventario. Estoy muy interesado en el tema y cualquier información me biene bien. Saludos Javier

    • Alejandro Says:

      Hola Javier, acabo de leer tu comentario y te agradezco que te guste esta página. Disfruta de ella, pues esta se irá rellenando con más artículos. Un saludo de Alejandro.

  2. Oscar Says:

    Hola Alejandro,

    Verás, creo recordar que en las inmediaciones del puente de Alcántara había, al menos hace unos años, una placa conmemorativa que decía que allí tuvo lugar la última ejecución pública en Toledo, en torno a 1898. ¿Tienes documentada esta placa? Y si es así, ¿podrías colgar una foto en el post o decirme que es lo que literalmente dice la placa? Mil gracias.
    Aprovecho para felicitarte toda tu buena labor en este blog.
    Un saludo cordial.

    • Alejandro Says:

      Hola Oscar, recuerdo algo de lo que me dices sobre dicha placa, pero no estoy seguro de ello. Aunque ahora ando muy mal de tiempo, por mis guiones y mis libros, trataré de buscarte dicho dato cuando pueda y te contestaré a tu correo personalmente.
      Un saludo de Alejandro.

  3. antonio benito Says:

    Alejandro pondran alguna placa en los yacimientos que estan trabajando en el artificio de Juanelo seria muy interesante.

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