8º Vestigio

Saliendo a la plazuela de la Travesía de la Judería, nos encontramos el adarve donde vivían mis abuelos y adonde se me hizo el bautizo de fuego a temprana edad, quedando iniciado para los restos de mi vida en la simbología toledana, de ahí esta página con mis historias, libros, paseos y demás trabajos que irán surgiendo.

Al lado de este y quizás formando parte de él, se encuentra una casa muy especial, a la que ahora denominan como “Casa Judía”, al haberla restaurado hace poco, la cual ahora pueden disfrutarla muchas  personas.

En ella he jugado bastante de niño, pues era casa vecinal con varias familias viviendo en la misma, con una gran chavalería, aunque en mi caso impregnándome inconscientemente de su esencia. Sus arcos, así como sus yeserías en estilo gótico-mudéjar y renacentistas, son más tardías, de época cristiana, posiblemente cuando algún miembro de la iglesia, debió de tener aquí su residencia, según algún vestigio que aún queda.

Aunque lo que da la idiosincrasia a esta casa, es su sótano, que debía de unirse en tiempos judíos, con otros del mismo estilo, que se encuentran pegados a sus costados y que siguen abriendo caminos con respecto a algunos rituales hebreos, como por ejemplo los baños u otras ceremonias quizás más íntimas, demostrando que la judería entera se encuentra completamente horadada en sus entrañas.

Pese a saber que la judería, se encuentra en este estado por debajo de sus calles, no deja de sorprenderme aún, pues esto la da un halo especial, que eleva a esta ciudad a un estado misterico, nunca superado por ninguna otra en el mundo.  Pese a tener ya esa fama por las gentes que en ella vivieron desde tiempos remotos, en este caso y por mi parte, está referido a los habitáculos que estas usaban y en particular de estos barrios tan atrayentes desde un punto de vista sobre todo hebreo y cabalístico.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligacion por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

Copyright A. Vega. 2010.

Deja un comentario