ICONOS SAGRADOS TOLEDANOS 6.

SEGUNDO TORO DE TOTANÉS.

En una de mis visitas con mis amigos a la “corona de piedras” de Totanés, volví a contactar con el alcalde de su tiempo Dº Ildefonso Gutiérrez, que fue el que puso en valor dicho lugar megalítico. Este nos indicó que había un segundo toro bastante deteriorado en dicho lugar, el cual tuvimos la suerte de poder observar, gracias a su amabilidad.

Estudiando los verracos hallados en la provincia de Toledo y según Luis Berrocal-Rangel y Alfredo Mederos Martín, en el  4 cuaderno del Dpto. de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid en 2004, en su artículo “Conservación y destrucción de las esculturas de verracos”, escriben sobre la réplica llevada a cabo de este 2º toro en Totanés, el cual fue hallado en el lugar de Alpuébrega y trasladado a Totanés.

 Contactando con Dº Ildefonso, para que me informase sobre las noticias de esta segunda figura para este artículo, me contó los periplos acontecidos con ella. Años anteriores se encontraba este toro en una de las esquinas de la Plaza de la Concepción y con el tiempo al paso de un  carro le fue seccionada la cabeza. Al remodelar dicha plaza y estar  tan deteriorado se le comenzó a destruir para rellenar su acera, siendo entonces fracturado parte de su lomo.

Gracias a ciertas personas sensibles del lugar, fue recogido lo que quedaba del mismo antes de usarle como escombro. Todavía vemos que está compuesto por sus patas, medio cuerpo y su peana, faltándole la parte superior, la cabeza y parte de los cuartos traseros. Al querer ser objeto de alguna apropiación o compra indebida, sus vecinos nunca lo han consentido. Por tal motivo ahora se encuentra a buen recaudo en el almacén de su Ayuntamiento, para ser expuesto en el nuevo museo que se iba a llevar a cabo pegado a la Casa Consistorial, aunque al cambiar de alcalde dicho emplazamiento se va a usar como gimnasio.

Para hacer la copia más exacta posible de este deteriorado toro, Dº Ildefonso Gutiérrez y su hija, junto al profesor J. A. de Acuña, hicieron un concienzudo estudio comparativo de sus restos por ordenador, con otros verracos similares del mismo estilo y factura. Para ello se pidió la opinión de los vecinos más antiguos al haberle conocido en su tiempo.

Una vez todos conformes con el modelo geométrico de su diseño, se encargó su construcción a la empresa Granarca de Ventas con Peña Aguilera, con el mismo tipo de granito toledano, siendo tallado por medio de ordenador y terminado manualmente. Dichas figuras han servido posteriormente, para hacer pequeñas replicas de las mismas en fibra de vidrio, para ser regaladas a los ediles que hallan ejercido bien con su labor, en esta villa.

Artículo publicado en la revista Cuatro Calles nº 24, en el primer trimestre de 2023.

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