o – Tras quince siglos

La canalización hacia Toledo se llevó a cabo por medio de tuberías desde la denominada “Casa de las Aguas” y tras diferentes depósitos, pasaban estas por el Puente de San Martín el cual servía de sifón, llegando hasta un depósito central en la Plaza de San Román, la segunda colina más alta de Toledo, tras la del Alcázar.

Desde allí se repartían por ciertos lugares de la ciudad,  con grifos montados sobre fuentes de granito y otras metálicas de fundición, de las cuales yo he conocido personalmente muchas de ellas en mi  niñez, como por ejemplo la de la Plazuela de la Estrella.

Allí de niño y en la década cincuenta  y sesenta del siglo pasado, para ayudar a mi madre, recuerdo ir  con cántaros de barro y cubos para llenarlos en dicha fuente, pues no existía entonces el agua corriente en ciertas partes del Arrabal.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligacion por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

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