Tierras de San Martín de Montalbán y Menasalbas (V)

Por los cauces del río Torcón

El mismo grupo de compañeros y amigos, seguimos haciendo nuestros recorridos anuales, por lo más remoto y lo más recóndito de nuestra provincia de Toledo.

Buscamos los secretos ocultos de su prehistoria, la que propia naturaleza ha   guardado celosamente y que el ser humano hasta nuestro tiempo no ha destruido, a dios gracias. Por este motivo ahora los enseñamos aquí, tratando de descifrar el misterio que los envuelve, para  que después otros puedan gozarlos como nosotros lo hacemos ahora.

Este recorrido comenzó por San Martín de Montalbán, tierra que concentra lugares históricos y mistéricos únicos en su género, como por ejemplo el “Puente Canasta” de tiempos romanos, en el camino que conduce a Navahermosa, superando las grandes torcas talladas por el río Torcón, al que guarda un dragón.

La antiquísima iglesia visigótica de Sta. Mª. de Melque, joya arquitectónica del siglo VII posiblemente, cuya estructura se basa en el arca-cruz, dándonos los doce ángulos de arcaica tradición, de la cual escribiremos en otro momento.

También contiene el ahora archifamoso Castillo de Montalbán, precisamente por haber sido construido por la Orden del Temple, sobre otra fortaleza musulmana anterior, levantando muchas pasiones, pues tiene un gran auge en nuestro tiempo por el halo de misterio que le envuelve,  (ver mi trabajo sobre este en esta página “Los Enigmas Perdidos”).

Aunque en esta ocasión, me referiré a otro monumento muy especial por su antigüedad, como es un enterramiento prehistórico de tiempos neolíticos, indicado como  dolmen, encontrándose entre  las veredas y caminos pastoriles que conducen al mismo.

Saliendo de San Martín hacia La Puebla, tomaremos el camino de los Vadillos hacia la izquierda y pegados a la moderna valla de una finca, bajaremos por un estrecho camino, hasta poder dejar el coche, luego seguiremos a pie, bajando y cruzando al menos los cauces de dos arroyos. Llegaremos al último cartel indicativo, aunque lo agreste y pedregoso del lugar, nos dificultará el encuentro con este magnífico por antiguo monumento.

Debajo de un moderno hito de granito sobre una roca, donde dice enterramiento neolítico, nos encontraremos otro cartel de madera, más cercano al mismo donde se indica que se trata de una construcción funeraria de la edad del cobre, así como la forma de tallar sus losas. Justo debajo se encuentra la antigua tumba prehistórica, aunque mimetizada con el paisaje y aprovechando la ladera donde se encuentra, para darla una forma bastante original y para mí única hasta el momento.

Conozco muchos dólmenes en toda la geografía ibérica, pero es la primera vez que observo esta forma, según el dibujo aproximado desde debajo del mismo monumento, por el cual podemos adivinar su forma en “U” invertida. De un solo pasillo, que es lo que se puede ver hasta el momento, sus dos extremos cierran el conjunto en cuesta.

Su pasillo superior mide sobre los seis metros, cuya orientación es noroeste-sureste y los pasillos de los extremos, están sobre los cuatro metros de longitud. Se encuentra este, entre carrascas y mucha vegetación frente a una loma cuyas piedras parecen mehires, muy cerca del arroyo Torcón. De frente se encuentra una atalaya de vigilancia sobre el monte Cerrón.

Su parte alta se encuentra abierta por el tiempo y la erosión, por tal motivo el conjunto se encuentra bastante deteriorado, quizás por el difícil acceso con maquinaria, para poder llevar a cabo su restauración.

Pudo corresponder a una familia completa de aquellos pretéritos tiempos, pertenecientes al clan de un gran cazador o al  jefe de alguna tribu neolítica. Esto lo comprobamos gracias a sus  tres largos corredores o pasillos, pudiendo acoger los cadáveres de varias personas y familiares.

Pero lo que más me sorprendió, fue el hito de piedras con su hueco central, al lado de uno de sus corredores, según mi dibujo, preparado para algún animal de su entorno o bien como despensa de avituallamiento o quizás para guardar los tesoros para servirse de ellos en el más allá.

Todo un pensamiento, extendido en aquellas remotas épocas por estas tierras, apenas lo estudiemos un poco. Quizás alguien piense que se trata de un puesto de caza, pero esto no es posible por la gran cantidad de vegetación que allí existe, entre carrascas y bosque bajo.

Sus grandes losas se cubrirían con tierra posteriormente, solo asomando alguna de las piedras entre tantas otras que allí existen, quedando este monumento totalmente mimetizado,  formando parte del conjunto del lugar.

Más tarde, por los caminos y veredas pastoriles, nos encaminamos hacia otro hito ancestral. Nos ubicamos en la “cañada real”, que se dirige desde el norte al sur, para cruzar los Montes de Toledo, conduciéndonos hacia tierras del término municipal de Menasalbas y por ello al cauce del rio Torcón, lugar que debía servir de abrevadero de ganados desde tiempo inmemorial, rubricado en tiempos medievales y hoy día señalado por machones que así la identifican.

Por estos caminos pedregosos y bordeando un gran montículo de piedra, donde se encuentra el “alto  del Torcón”, por el camino Molinos, pasando las veredas que conducen a la Casa de la Tórtola, en el lugar denominado “El Recuero”,  la sorpresa nos embargó, pues sobre una loma, dentro de un corral y  dominando todo el paisaje nos encontramos al “Toro de Menasalbas”.

Antes de entrar a estudiarle y como la mañana era aún fresca, decidimos tomar un bocado, observando y comentando lo visto hasta esa hora, además de esta magnífica roca, tallada por la mano del hombre cuya simbología tiene que ver con cuestiones pastoriles y ganaderas desde los más remotos tiempos.

Allí se encuentra un pequeño cartel que dice “Barraco”. Realmente aunque dicha figura pueda pertenecer a la cultura de los “verracos”, este tótem mítico, corresponde realmente a la figura de un gran toro, que supera con creces, tanto físicamente como individualmente a los famosos “Toros de Guisando”.

Sus medidas corresponden con los 5 metros de longitud, 2,5 metros de altura en la cabeza, 2 metros de altura al lomo y 0,90 metros de anchura, cuyo volumen le hacen ser un animal grandioso. Las consecuencias de su talla debe corresponder al respeto que tenían los seres humanos prehistóricos a los toros salvajes que poblaban la península ibérica, por su bravura y peligro, con cuyo bramido temblaban y a los que daban caza sirviéndole de sustento y abrigo, junto a jabalíes, osos, gamos, ciervos, conejos y aves, tan abundantes antaño en estos montes toledanos.

El que fuera tallado en una roca en este preciso lugar, tiene además otras posibles consecuencias más interesantes por misteriosas, que serán determinadas por mi parte en otro lugar. Pero lo que si cotejo, es que desde este lugar y por la parte trasera del tótem, se divisa a lo lejos el “Cerro de la Cobertera” perteneciente a Ventas con Peña Aguilera.

Frente a la cara del morlaco, a lo lejos divisamos a las “Dos Hermanas” y a su castillo, pertenecientes a Navahermosa, lo que le confiere ser un jalón bastante importante, dentro del misterio que envuelven a estos hitos.

Sobre su lomo se observan los desgastados Montes de Toledo. Su orientación es de oeste a este, aunque con algunos grados de diferencia. Desde el mismo se observa también el pantano del rio Torcón. En fin un gran disfrute para el espíritu, la vista y los sentidos.

Desde estas páginas observamos que esta península  llamada en la antigüedad Ofiusa (tierra de serpientes), Hesperia (Jardín del paraíso o planeta de la tarde), Iberia (hombres de ribera o riqueza),  Spaña (pais recóndito), Hispania (tierra de conejos) y ahora en su conjunto España, como la historia las cañadas se repiten (ahora son autovías, líneas de luz y de telefonía) y a sus lados los iconos de siempre (carteles identificativos de las más antiguas tradiciones de esta tierra).

Echando un último vistazo a ese magnífico ejemplar, que nos ha dejado perplejos, un poco más adelante nos encontramos otras grandes piedras con la misma figura, aunque esta vez con la forma de una gran vaca montada y delante de ella un ternero, que no puede ser fruto de la imaginación, sino un signo indeleble del lugar en el que nos encontramos.

Siguiendo la cañada nos dirigimos hacia la cola del Pantano del Torcón. A pocos metros delante de nuestros pasos, salió volando un ave rapaz (Aguilucho Pardo), que se encontraba bajo una retama,  que había dejado a su cría sobre su base, a la cual examinamos, dejándola en su lugar y viendo que su madre volvía al nido. Esto demuestra lo agreste y salvaje del lugar.

Llegando hasta “Los Emparvaderos”, lugar mistérico por excelencia, pues en él se reúnen el agua y la piedra, como si de un gran enigma se tratara, dándonos cuenta  enseguida de la  magia que envuelve su paisaje por los elementos que  componen este emplazamiento.

Por el nombre deducimos, que allí se hacían grandes montones de mieses, separando el grano y llevándole hasta los molinos cercanos que había a lo largo del río Torcón y el arroyo Villapalos, vadeable por el puente del mismo nombre, dejando la paja para los rebaños que hasta aquí llegaban para abrevar, quizás sirviendo de contadero de la “Cañada Real” posteriormente en la edad media.

Quizás los muros que observamos en este gran pedregal, correspondan a dos corrales de aquel tiempo, por las huellas que se encuentran en uno de ellos, como el hueco de una puerta y las cazoletas para el sacrificio o matanza de los diferentes animales.

Aunque también pudieron pertenecer a algún cenobio visigodo, por algunas de las tumbas de ese tipo  que allí existen, dentro del primer recinto, el más pequeño y en sus alrededores, o por los restos de ventanas de diferentes tipos que vemos en el segundo recinto mayor.

Aunque la necrópolis que aquí hallamos, nos descubre otros enigmas mucho más antiguos. Según el cartel que las describe, esta necrópolis es denominada como “Casar del Asno”. Dice que popularmente  son llamadas “tumbas moras”, pero en el mismo se  reconoce que son enterramientos mucho más antiguos de lo que parecen en principio, opinión que me parece bastante acertada.

Se las relaciona con antiguos pueblos que se dedicaban al pastoreo, por ello debían de ser  trashumantes, cuya religión se basaba en la naturaleza y por ello en los cuatro elementos como tierra, agua, cielo y viento. Gentes “veneradoras de la piedra”, siendo esta costumbre abolida mucho más tarde en el siglo VII, en uno de los dieciocho concilios toledanos, de tiempos   visigodos.

Aquí, como en otros lugares que conocemos, las hay en familia e individuales, aprovechando casi siempre la orientación de la piedra donde estas se tallan, según la época del año de cada enterramiento.

Dice también el cartel anunciador, que existe una ruta con ellas a lo largo de los Montes de Toledo (en comarcas cercanas en sus laderas del norte), de las cuales nosotros conocemos algunos de estos parajes, como el de Malamoneda en Hontanar (ver en esta página “Los Enigmas Perdidos”), el de Ventas con Peña Aguilera, el de Gálvez y este de Menasalbas. También conocemos las necrópolis de Sonseca, de Orgaz, de Arisgotas  (ver en esta página los otros diferentes paseos diurnos) y la que se encuentra al pie de la presa romana de Alcantarilla. Sin olvidar las de Toledo capital, (Castillo de San Servando y “Peña del Rey Moro”).

Pero volviendo al “Casar del Asno” en el que nos encontramos, también vemos otra roca tallada como un tótem, determinando el cuidado de los rebaños, pues aunque deteriorada, nos parece un gran can o mastín, sentado, como guardián del lugar, mirando hacia los animales que tiene que guardar en los corrales, ya que en aquellos antiguos tiempos los lobos, eran contumaces cazadores y reyes de estos desgastados montes. Tras su gran cabeza, al fondo observamos el puente de Villapalos.

En fin, aquella mañana de agosto, disfrutamos como siempre por la visita y el reconocimiento de estos monumentos olvidados, tallados en la prehistoria y en épocas posteriores, sacándolos a la luz desde esta página, antes de que desaparezcan por la erosión, dejando testimonio de los mismos, aunque  otros nos habrán pasado desapercibidos.

Dejamos un apéndice de fotografías, con paisajes de la cola del “Pantano del Torcón” y al fondo los Montes de Toledo  y de las tumbas, pues estos son excelentes y muchas  las últimas.

Hay tumbas rupestres o prehistóricas, romanas y visigodas, pero islámicas (moras) no las encontramos, ya que en la religión del Islam los enterramientos se hacen en la tierra y algunas se cubren con ladrillo, siguiendo la dirección a la Meca.

Desde luego, el buen sabor de boca de este fecundo recorrido, jamás se borrará de nuestras mentes, pues en él se encuentran descritos  testimonios de creencias antiguas e improntas humanas,  que ahora nosotros, los seres de este tiempo, seguimos profesando.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligacion por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

Copyright A. Vega 2010.

Solo el respeto al medio ambiente y a la naturaleza, nos harán disfrutar de monumentos y parajes como estos, nunca lo olvides querido lector.

14 respuestas to “Tierras de San Martín de Montalbán y Menasalbas (V)”

  1. Agustin Says:

    Estás haciendo un gran trabajo compañero, sigue así, yo prestaré mi ayuda en cada situación «complicada» que sepa resolver, pronto volarás solo jaja.
    Un fuerte abrazo.
    Agustín Bargueño Moreno

    • Alejandro Says:

      Es gracias a tí y sobre todo a tu entrega, por que esta página existe. Pues mis estudios se pueden observar gracias a dicho empeño. Espero que este trabajo en conjunto, nos dure mucho tiempo. Gracias y un fuerte abrazo de Alejandro.

    • Alejandro Says:

      Gracias a tí Agustin, esta página existe y está en el aire, para que todo el mundo pueda leerla y disfrutarla. Un fuerte abrazo y que este trabajo en conjunto dure muchos años.

  2. Felix Says:

    Tu sabiduría unido a la experiencia han conformado un relato de los hechos muy enriquecedor.

    • Alejandro Says:

      Gracias Félix. Como yo, tú mismo disfrutastes de los mismos, quedando impresionado cuando los descubriste por primera vez. Por igual me pasó a mí. El relato sale sobre la marcha, como tú bien sabes, siempre que seas una persona algo sensible y dejes volar la imaginación, siempre aferrando a la historia, que nos deja hitos tan impresionantes como estos. Un saludo.

  3. Paco Cabello Says:

    Hola amigo:

    Mañana sábado, a las ocho y media de la mañana, un buen puñado de miembros de SENDA, asociación de caminantes de Toledo, nos disponemos a intentar «subir» el Torcón desde el Castillo de Montalban hasta el Puente de la Canasta.

    Buscando documentación para ilustrar nuestro recorrido me he encontrado tu magnífico Blog, y aunque no te conozco, desde aquí te invito a que te unas a nosotros.

    Salimos en Autobús desde el Centro Cultural San Idelfonso de Toledo (proximo a Venta de Aires) a las ocho y media en punto. ¿ Te animas?

    En el improbable caso de que leas esto a tiempo y decidas acompañarnos solo tienes que presentarte a la salida y preguntar por mí – Paco Cabello – que trataré de guiar al grupo.

    En cualquier caso, enhorabuena por tu trabajo.

    Un cordial saludo

    • Alejandro Says:

      Ha sido una sorpresa para mí tu comentario, por el cual estoy agradecido. También agradecerte tu invitación, aunque la he leido tarde.
      Estoy convencido de que ese recorrido es muy interesante, pues encontrareis tres antiguos molinos, además de las impresionantes torcas que determinan un paisaje sin igual, tan agreste y tan natural, que dan paso al comienzo de los Montes de Toledo.
      En fin, enhorabuena por la asociación Senda, por la cual disfrutais de estos parajes, vivificándolos, siempre que se hagan con respeto.
      Mi blog seguirá creciendo, con todos los trabajos que expongo y otros que llegarán, hasta que dios quiera.
      Recibe un saludo de este humilde servidor. A disfrutar de estos parajes toledanos y si deseas con este blog también.

  4. Paco cabello Says:

    Bueno, nuestra pequeña expedición fue un éxito con un día magnífico y el Torcón y su entorno eexpléndidos; Para algunos fue una sorpresa el Castillo (Parece mentira pero muchos toledanos no lo conocen) y todo un hallazgo el dolmen y el excelente postre del Puente de la Canasta.

    Por cierto, ¿puedes darme alguna pista que me permita encontrar el «Toro de Menasalbas?

    Un saludo

    • Alejandro Says:

      Me alegro que lo hayais pasado bien. Para llegar al «Toro de Menasalvas», hay que salir de dicha localidad hacia San Martín de Montalbán y al terminar la población de Manasalvas sobr
      Todo seguido, sin meterse por ningún otro, se pasa una casa y luego desemboca en la cañada real, dejando a la derecha otra casa.
      Pues allí mismo, sobre un prado vallado, se encuentra esta extraordinaria joya. Siguiendo de frente hacia el pantano del Torcón se llega a las tumbas.
      Un saludo, a buscar y a disfrutar.

  5. alex Says:

    Hola, que blog tan estupendo, he llegado aquí buscando información sobre el puente de la Canasta. ¿Desde dónde accedisteis? Hace tiempo lo intentamos en coche desde San Martín, pero nos tuvimos que dar la vuelta porque el camino se puso fatal, puede ser que haya unos 7 Kilómetros? Creo que lo lei por algún sitio. También en google earth me aparece que hay otro acceso desde la cm 401, pero no sé si está señalizado y si es más corto. Gracias y saludos

    • Alejandro Says:

      Hola Alex, para llegar al «puente Canasta», viniendo desde Toledo hacia Navahermosa y pasando el cruce de S. Martín de Montalban, nada más pasar el puente sobre el río Torcón, hay que aparcar el coche por allí y bajando hacia el bellísimo cauce y siguiendole el discurrir del río, entre torcas muy marcadas, llegarás en unos cinco minutos a dicho ejemplar romano. Recuerda que hay que cuidar dicho paisaje. Un saludo.

  6. Alex Says:

    Muchas gracias Alejandro, justo estuvimos el domingo por la tarde (no había visto tu mensaje), pero accedimos desde la carretera por un camino, haciendo caso a google maps, de todas formas estuvimos a punto de irnos sin verlo si no llega a ser por el guarda de la finca que cuando nos volvíamos nos indicó dónde está. Desde arriba no se ve! y no sabíamos exactamente en que parte del cauce podía estar, si hubiéramos ido hacia dónde pensábamos hubiésemos llegado al castillo 😉 Habrá que volver en primavera. Una cosa más, no entiendo porque tienen una indicación en San Martin, creo que poco después de la gasolinera, y después por allí ninguna, si quieren aprovechar el puente como reclamo de turistas deberían indicarlo de alguna manera, de todas formas yendo desde San Martin son casi 7 km . Gracias por responder, un saludo

  7. Isabel Says:

    hola! ha sido un placer y un descubrimiento este blog, felicidades!
    me han quedado unas dudas….
    – el acceso señalizado justo antes de entrar a San Martin del Puente de la Canasta no es el mas adecuado para verlo?
    – cómo puedo ver el toro de Menasalbas? en tu descripción se corta y no puedo leer el post completo
    – las tumbas moras o en este caso antropomorfas de las q hablas, como puedo acceder a ellas?

    muchas gracias y enhorabuena por el blog

    • Alejandro Says:

      Buenas noches Isabel. Gracias por descubrir este blog.
      Para llegar al puente Canasta, desde San martín hacia Navahermosa, al cruzar el Torcón, aparcas y sigues aguas abajo el cauce y sobre menos de un kilómetro encuentras las torcas, el molino y el antiguo puente Canasta.
      Para el toro de Menasalbas, sales del pueblo hacia San Martín y a medio kilómetro, a la izquierda tomarás un camino rural de la diputación de tierra, y cuando llegues a una bifurcación tomarás el camino de la derecha, hasta llegar a la casa de la Tórtola y algo más adelante, a la izquierda verás una valla de piedras y en lo alto el famoso toro.
      Verás que estas en una cañada real señalizada en algún sector, que debes seguir hacia el pantano del Torcón y cuando le veas de frente, a los lados se encuentran dichas tumbas moras.
      Un saludo de Alejandro.

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