Misterios de la Judería. Subterráneos secretos

EN LAS ANTIGUAS JUDERIAS DE TOLEDOTH EN SEFARAD

(TOLEDO, ESPAÑA)

COMPUESTOS POR SOTANOS, GALERIAS Y BAÑOS.

Decía el crítico de arte francés Mauricio Barrés, admirador de la pintura del Greco, “hay ciudades donde alienta el espíritu” o el poeta alemán Rainer María Rilque cuando después de arribar a esta ciudad, escribía a una condesa amiga suya diciéndola “tiene usted que venir, venir y admirarse”, cuando los dos se referían a Toledo, pues ambos habían captado en parte el misterio que envuelve a este lugar.

Son realmente los mitos más arcaicos, los que se adhieren a este tipo de ciudades, premiadas de arte y de cultura mística, perdurando en el tiempo aunque se sucedan los milenios.

La leyenda más antigua de esta urbe, es precisamente la que nos cuenta que el héroe Hércules vino a enseñar  filosofía hermética a una cueva o antro, que se halla en la colina central de la ciudad dándola nombre, hoy callejón de San Ginés. Se nos cuenta también que posteriormente en ella se guardaba y custodiaba uno de los más grandes tesoros talismánicos que hayan existido jamás, el de los visigodos.

Estas historias han dejado oscurecidas a otras importantes tradiciones que se han desarrollado calladamente en la misma ciudad y que ahora vamos a sacar a la luz. Uno de los  recuerdos más grande que me acompañan desde niño, es que mis abuelos paternos vivían en un adarve de la “Judería Grande”. En el centro del patio del interior de la casa, se encontraba una especie de brocal cuadrado en ladrillo, tapado con una chapa con agujeros, para su respiración.

Recuerdo que un día, cuando yo tenía  unos ocho años, llegaron unos conocidos o “padrinos” de visita a dicho lugar,  su curiosidad por lo que parecía el pozo, unida a la mía, determinó  el destapar la tapa y al ver que el fondo no había agua,  entonces me ataron una cuerda a la cintura y me introdujeron en él mismo.

Al llegar a la base, vi una bóveda de ladrillo, que tenía varias salidas tapiadas conducentes a otras casas y a otras calles. La curiosidad y el miedo que pase al mismo tiempo como chaval de esa edad, despertaron en mí una emoción jamás superada, pues la huella que me quedó, fue la impronta que me ha guiado toda mi vida, para seguir investigando  y estudiando sin parar sobre este hito, un Toledo escondido e increíblemente secreto.

Ya de adulto he llevado a cabo veintitrés programas, con sus correspondientes guiones para la televisión local denominada entonces como Canal-4. Concretamente  la serie “Sefardíes” dedicada a los judíos toledanos y a sus barrios. Mi sueño se ha colmado en parte, pues he podido acceder  a galerías subterráneas y sótanos repartidos por toda la “Judería Grande”, haciéndome imaginar otra historia legendaria más, sobre Toledo, tan importante o más que la primera.

Todos estos subterráneos debieron ser usados de una forma comunal en sus principios. Más tarde al cambiar la forma de pensamiento de estos barrios tras la expulsión hebrea, fueron divididos haciendo medianerías entre las diferentes viviendas, siendo usados para casas bajas, aljibes, almacén de víveres, caballerizas o baños simplemente. Pero lo que nos demuestran estos, es que bajo las calles por donde pisamos, se haya otra ciudad que nos sugiere otras historias y otros secretos.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligacion por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

Copyright A. Vega. 2010.

2 respuestas to “Misterios de la Judería. Subterráneos secretos”

  1. eliasbautistaleondesanmarcos Says:

    que se sabe de cierto sobre la supuesta existencia de la mesa de salomon

    • Alejandro Says:

      Realmente y para mí en este tiempo, la «Mesa de Salomón» corresponde a un gran símbolo, en cuya historia ha intervenido la enigmática ciudad de Toledo. Desde que ésta salió de Egipto con las palabras talladas de Hermes Trimegistro, luego pertenecer al rey Salomón y encontrarse en el santuario del templo de Jerusalén, más tarde traída de Roma y añadirla a los tesoros capitolinos por el emperador Tito y luego llegar a Toledo con los visigodos y depositarla en el tesoro sagrado, su fama se extendió por el orbe entero.
      Quizás los hebreos toledanos tenían su propia «tábula salomonis» siendo paseada por el subsuelo de su judería, aunque los cristianos también habían fabricado otra similar, la Mesa de Esmeralda, que se hallaba en la iglesia mayor de Toledo. Luego los musulmanes al toman Al-andalus se apoderaron de ella y se la llevaron a Bagdad.
      Todos estos datos nos cuentan que realmente ha existido, no es un mito, de ahí que muchos escritores famosos, hayan escrito sobre ella. Algunos intelectuales españoles en el siglo pasado, formaron parte de la orden de la «mesa de salomón» vagando por la ciudad de Toledo, quizás para impregnarse de dicho símbolo. En fin, un gran enigma en el que trabajamos.

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