Tan importantes han sido y siguen siendo estos magníficos tesoros de la “Fuente de Guarrazar”, que en el siglo pasado, algunas de sus piezas fueron robadas de museos y palacios, pues en 1921 se sustrajo la corona de Suintila, parte de otra corona, más una cruz y en 1936, cuatro coronas y dos macollas, sin que muchas de estas piezas hayan vuelto a aparecer. Dicha corona de Suintila, ha aparecido escondida en los jardines del Palacio Real y será enseñada, cuando se inaugure el Museo de los Tesoros Reales, en dicho lugar.

De todos modos, las piezas originales aún se pueden observar en el Museo Arqueológico Nacional y en el Palacio Real, en Madrid. Sus joyas las forman gran cantidad de coronas, siendo la más espectacular la del rey Recesvinto, varias cruces y diferentes objetos. Otras piezas del tesoro de Torredonjimeno, se pueden ver en los lugares expresados más arriba.

Muchas de estas joyas, excepto las de Jaén, se encontraban en el Museo de las Termas de Cluny, en París. Y fue en 1941, cuando hubo un acuerdo de intercambio entre  los gobiernos España y Francia, devolviendo por fin el tesoro real visigodo a este país, excepto tres coronas y algunas cruces y eslabones, que aún se pueden observar en dicho lugar. También nos devolvieron a la famosa Dama de Elche y  la Inmaculada pintada por Murillo. Este intercambio no fue gratis, pues hubo que entregar a los franceses, un retrato de Doña Mariana de Austria de Velázquez, otro de Antonio Covarrubias del Greco, un cartón de Goya y una colección de dibujos franceses.

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