Esta es la primera parte, de la mirada que hacemos a esta impresionante obra de la Inmaculada Oballe, la cual se halla como un verdadero tesoro en el Museo de Santa Cruz de Toledo.

En ella distinguimos una fuerza espiritual irresistible, que nos hace elevarnos hacía sueños celestiales más halla de los hombres y del mundo.

Y en cuya parte baja observamos el perfil de una ciudad privilegiada en el Cosmos y por ello única para la transmutación alquímica, dividida por los pies de un ángel que se eleva hacia las alturas.

Entre otros símbolos de la obra, observamos la «fons vitae», contenedora del agua viva, perdida en nuestro tiempo, pero que el Greco aún nos la recuerda, como si aún se encontrara vivo, sin saber que por esta obra ha conseguido la inmortalidad.

Dirigen: Alejandro Vega y J. Alfocea.
Guión e inspiración de Alejandro Vega.
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