Toledo es una ciudad que esconde muchos secretos. Ahora en nuestro tiempo van apareciendo vestigios de antiguos clanes que se dedicaban a la metalúrgia, termas, cloacas o vestigios desaparecidos hace dosmil quinientos años, puertas que estaban escondidas o simplemente tapiadas desde hace siglos , así como simplemente subterráneos que eran usados bien como almacenes o caballerizas, pero que al mismo tiempo servían para  habitar en ellos secretamente y desarrollar labores que en su tiempo parecerían mágicas.

  Debieron de servir como lugares de reunión de ciertas sociedades constructoras y por mi parte estoy seguro que sirvieron como madrasas donde se daban lecciones sobre Cábala hebrea,  así como enseñanzas y ritos Sufíes y logicamente en ellos se traducirían textos del árabe a la lengua vernácula sin ser molestados. Desde luego todo fue posible en esta ciudad de las siete culturas y sus derivaciones, las cuales van siendo reconocidas poco a poco, con verdaderos estudios científicos, ya sin complejos ante la sociedad europea.

Aún nos quedan aquí recuerdos desde la Edad del Bronce, pasando por los Carpetovetónicos, Romanos, Judios, Visigodos, Musulmanes, Cristianos del Norte, Mozárabes, Mudéjares o Judeoconversos. En fín, todo un repertorio de distintas sociedades, cada una con su ideosincrasia, pero con una idea clara de como utu¡ilizar los subterráneos de Toledo.

En el caso de este estudio, además de dar en él su dibujo en planta, damos a conocer sus tres aljibes, sus dos «Manos de Miríam» al encontrarse en la Judería de los negocios, pero sobre todo sacamos su secreto más importante a la luz, como son los más de cincuenta instrumentos de tortura, usados por la Inquisicón Europea, los cuales se hallan en dichas Cuevas del Alcaná.

Estas pueden ser visitadas gratuitamente, por la amabilidad de sus dueños, en el tiempo del comercio, halléndose en la Calle de Hombre de Palo nº 3. Allí mismo se puede adquirir esta pequeña y divulgativa obra.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligación por ley, además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

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Cualquier persona  que se encuentre interesada desde cualquier parte del mundo, por alguno de los libros que componen la serie de Cuadernos Heterodoxos Toledanos, bien como libro en papel o bajárselo a su ordenador por medio de internet, puede llevarlo a cabo desde  este blog o página web, pinchando arriba a la derecha en el icono  “ Ledoria”, haciendo lo necesario para poder llevarlo a cabo. Un saludo.