Es totalmente probable, que la Toledo hispano-romana se pudiera abastecer por medio de un tercer acueducto, como es el que tratamos aquí, el de la Pozuela, pues consiste en una obra importante y estratégica, por sus características constructivas y la bondad de sus  aguas.

Reconociendo el terreno hacia dicha construcción, observamos el valle formado entre   los cerros de Argés y el monte donde se halla la denominada “Casita de papel” en Cobisa, a cuyos pies encontramos otros dos pozos, uno al Sur a cielo abierto y otro al Norte cegado. Quiere decir esto que dicha cuenca era bastante caudalosa en tiempos de lluvia, precisando el encauzamiento de sus aguas, para poder abastecer al entonces valioso por central municipio de Toletum.

Dicho valle se encuentra atravesado completamente de Este a Oeste, desde el año 2010  por la Autovía del Suroeste de Toledo CM-40. No obstante, esta  contiene grandes puentes y aberturas, para que el agua discurra entre ellas buscando su antiguo cauce.

En su construcción, dicha autovía se ha llevado por delante varias de las muchas cisternas construidas entre diferentes torrenteras,  destruyéndolas. Como ejemplo aún queda alguna de ellas en medio de una de  sus rotondas, la de los “Benitos”, que pertenece al antiguo cauce del Arroyo de la Degollada, que quizás se uniera también al de la Alcantarilla, aún por estudiar.

Volviendo al “camino azul” y cruzando el túnel bajo la misma autovía, enseguida surge la sorpresa pues al frente se observan higueras, juncos y diferente arboleda.

Allí se encuentra otro de estos pozos, fabricado en ladrillo y piedra, de 1metro de ancho por 3,5 m. de largo y varios metros de  profundidad, en el que se observa el típico arbotante de sujeción para soportar las bóvedas que se extienden a un lado y al otro.

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