Toledo es un lugar muy especial en el mundo, pues en su pequeño espacio alberga un contenido inigualable, el cual sigue inspirando a las personas más sensibles del planeta Tierra, como son poetas, pintores, escultores y escritores. Esperemos que por medio de  las ideas de estos, surja un mundo más razonable y solidario. Así sea.

Parece mentira que el impuesto correspondiente a un pueblo como el de Orgaz en Toledo, desde el siglo XIV al XVI, nos haya dado una de las obras más importantes de la pintura universal.

Tras el ancargo del párroco Andrés Núñez, de la iglesia de  Santo Tomé de Toledo,  fue dicha obra llevada a cabo por uno de los genios de la pintura manierista, Doménico Theotocópulis «el Greco».

Por el carácter de dicha pintura, legó este como proyección a toda  la Humanidad, una impresionante procesión con los personajes religiosos y políticos de su tiempo, al mismo tiempo que  un cielo repleto de cuerpos y almas, según el catolicismo contrarreformista.

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