19º Documental. Los dos Juanes (Solsticios)
En este trabajo, estudiamos parte de los lados del retablo mayor del covento de Sto. Domingo «el antiguo» de Toledo, donde nos encontramos en el lado del evangelio a San juan bautista y al otro lado de la epístola a San Juan evangelista. Pinturas excepcionales debidas a los magistrales pinceles de un Doménico exultante de color.
Tempranas obras toledanas, que representan al tiempo que pasa inexorablemente. Por tal motivo el más joven representa al solsticio de verano y el más viejo al solsticio de invierno. Datos que demuestran la sabiduría y la imaginación acumuladas por este griego al otro lado del Marenostrun, recalando más tarde en esta peñascosa y alta cumbre, donde hará gala de ellas, plasmando lo mejor de si mismo.
Más tarde, junta a los Juanes en otro cuadro que hoy se encuentra en el Museo del prado, el cual enriquece con los símbolos de dichos personajes, como son el águila y el «agnus dei».
Dirigen: Alejandro Vega y J. Alfocea.
Guión e inspiración de Alejandro Vega.
© Copyright A. Vega 2014
Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligación por ley, además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.
toledo-escondido.com 
agosto 19, 2014 a las 6:38 pm |
Que maravilla! cuanta sensibilidad y mensaje al crear esta obra, los dos opuestos.
Gracias maestro Alejandro por mostrarnos lo que otros no sabemos ver, sigo sus investigaciones con verdadero interés,
ya que todo lo que comenta, y su elevado conocimiento oculto me conducen a dimensiones tan avanzadas y modernas como ancestrales, no hay distancias ni tiempo en la sabiduría.
Un abrazo de C.Soria
agosto 19, 2014 a las 11:39 pm |
A veces me quedo anonadado y un poco aturdido, al leer críticas tan bonitas. Por mi parte y humildemente, yo creía que no llegaba tan lejos, pero al leerlas comprendo que abro mundos que para algunos son insondables, aunque para otros y por medio de estos trabajos, escapan a dimensiones perceptibles gracias a sus mentes abiertas y a su bendita intuición, escapando de esta desastrosa y terrible sociedad, viviendo interiormente lo poco de felicidad a la que aún nos podemos aferrar y que el griego con su extraordinaria sabiduría nos legó, para leer en este tiempo su mensaje más escondido.
Gracias C. Soria por su comprensión y agradecido por haber captado el mensaje de los dos Juanes.
Reciba un fuerte abrazo de este su servidor, Alejandro.