4º. Las posibles técnicas en la maquiaria del artificio

Juanelo Turriano tenía que  superar este extraordinario reto, siendo la gran prueba de su vida, el poder fabricar ese ingenio por medio de su destreza como gran relojero y matemático.

La descripción de esta grandiosa fábrica, la sabemos gracias a varios contemporáneos de Juanelo y otros posteriores con algún dibujo esquemático, pero no se conoce ninguno diseño real hasta ahora del “artificio”,  lo que hace que en nuestro tiempo sea difícil dar una solución al problema de su técnica y funcionamiento. Quizás la mejor sea la su contemporáneo Ambrosio de Morales y la del inglés Digby, especificando su funcionamiento. Hay otras como las de Pisa o fray Antonio de Yepes o los relatos de Zuccaro, Lhermite o Manuel Severim y versiones posteriores entre las que destacan la de Luis de la Escosura.

Según Morales, consistía el mecanismo en una larga serie de maderos, que comunicaban su fuerza al siguiente y así sucesivamente, teniendo cruces y en cada una de ellas un cazo, que con su suave movimiento iban llenándose unos a otros, por medio de la fuerza hidráulica del agua, con un total de 192 unidades sobre veinticuatro estaciones intermedias hasta su destino en lo más alto de la colina del palacio, siendo en conjunto una de las mayores obras de ingeniería de todos los tiempos.

Todos estos ensayos y estudios, han hecho que en el siglo pasado, el más importante investigador de la obra de Leonardo da Vinci, Ladislao Reti  se ocupara de estudiar en profundidad el “artificio” de Juanelo, cuyo resultado fue dado en la conferencia pronunciada en 1967 en la ciudad de Toledo, así como el investigador Jose Antonio García-Diego en otros trabajos.

En ella decía que estaba compuesto el artificio por la presa que conducía el agua a dos salidas, una para la gran noria que levantaba el agua  a cierta altura y la otra para hacer mover una biela, que hacia andar la cadena de cántaros hasta el alcázar, todo movido por la energía hidráulica del propio rio.

Desde la primera noria el agua era conducida a un arca, de la que salía una torre vertical elevadora con varios cántaros, unos se llenaban y otros se vaciaban y con dicho movimiento se iba elevando el agua sucesivamente hasta una tubería que vaciaba en otra arca más alta, de la que salía otra torre elevadora, por su propio peso y no por presión, subiendo por la escarpada ladera hasta llegar al arca o depósito superior del alcázar.

Sobre la base de Ladislao Reti y con gran inspiración, en 1969 el profesor y maquetista Juan Luis Peces Ventas, ayudado por el tornero Ricardo de Castro Varas,  a expensas de la Diputación de Toledo, construyó una maqueta a escala, en madera y otros materiales, que funciona aún de forma perfecta, encontrándose en uno de los pasillos de su edificio y que aún se puede disfrutar tal como podemos observar en las fotografías que acompañan a este trabajo.

Pero las complicaciones que conlleva este sistema de torres verticales y conociéndole dicha persona de primera mano, hicieron que este mismo siguiera investigando hasta llegar a otra conclusión y en 1987 publicó sus discrepancias sobre el estudio de Reti. Esto le hizo componer una segunda maqueta con dicha idea de maquinaria y movimiento, funcionando perfectamente también en nuestro tiempo, siendo la huella fidedigna del gran genio del renacimiento.

Se basa este segundo caso, por el estudio llevado a cabo por el capitán del siglo XVI Agostino Ramelli, tal como lo hicieron anteriormente Escosura y Reti con otro sistema. Este militar escribió el libro “Teatro de Máquinas”, donde da la alternativa del “plano inclinado”. No sabemos si Juanelo Turriano, conocería dicho trabajo, aunque es difícil pues son del mismo tiempo.

Con este sistema se puede trasvasar el agua de un rio, hasta el punto elevado que se quiera sin ningún problema. Consiste este sistema en una rueda o azuda que eleva el agua hasta un depósito. Su eje trasmite su fuerza a otras ruedas y girados sus dientes, traspasan el  movimiento a un carril con bielas que hacen mover unos cazos, pasando el agua de unos a otros, hasta llegar al arca o depósito, pudiéndose encontrar este a cualquier altura.

Este nuevo estudio del especialista Peces Ventas en acueductos, le llevó a fabricar una nueva maqueta, con el sistema de “plano inclinado”, dejando una nueva alternativa, sobre el enigma o misterio que pesa sobre dicho “artificio” de Juanelo. Se encontraba esta en el Centro de Interpretación del Toledo histórico, sita en la antigua iglesia de San Marcos de la misma ciudad y más tarde ha sido cedida para exposiciones, por ejemplo para la Expo del Agua, en el 2008, en la ciudad de Zaragoza.

Peces Ventas ha sabido meterse en el alma de Juanelo, dejándonos dos alternativas, yendo de la teoría a la práctica con una facilidad sorprendente. Desde luego sin sus maquetas, nose habría tenido una idea fidedigna del funcionamiento de la máquina de este genio del renacimiento, Juanelo Turriano.

Esperamos que la angustia que envolvió posiblemente al más grande de los genios del renacimiento, empujándole a una depresión sin precedentes, no le llegue a él, pues la Toledo cerrada de los círculos, se estremece cuando individualmente aparece una luz en su horizonte, cerrando sus puertas.

La torre principal recogía la fuerza y el agua, llenando los cazos del segundo cuerpo inclinado, que  van ascendiendo hacia arriba, para llegar a su destino final en la base del Alcázar. Dejo aquí una expresión viva en fotografías del “artificio”, para una mejor comprensión de esta segunda idea.

Aquí quedan ahora en nuestro tiempo estas dos maquetas, como recuerdo imborrable de aquel hecho histórico, además de heroico, esperando que no desaparezcan en el espacio-tiempo como desaparecieron los verdaderos artificios.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligacion por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

Copyright  A. Vega. 2011.

Una respuesta to “4º. Las posibles técnicas en la maquiaria del artificio”

  1. Alejandro Says:

    Por supuesto, un gran genio con respecto a las dos maquinarias que dejó construidas.
    Saludos Antonio, desde Toledo.

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