Como todos los años y como es nuestra costumbre, mis compañeros de trabajo y de caminos, decidimos hacer una de nuestras rutas anuales. Esta vez dejamos que pasara el calor del verano, para poder hacer nuestra ronda mucho más tranquilos y disfrutar sin problemas del clima y del paisaje.

Decidimos esta vez internarnos por las tierras de nuestro amigo Jesús, que reside en el pueblo toledano de Guadamur, y por su entorno,  que  por   lógica se dedican a las labores del campo, pero que históricamente son contenedoras de una de las tradiciones más famosas que ha habido en la historia de España, con respecto a uno de los tesoros más atávicos de las tierras ibéricas.

En primer lugar nos internamos en el cauce del rio Guajaraz, para llegar hasta un viejo molino y disfrutar del paisaje y su olor mañanero, donde aún pudimos observar un puente romano.

Después nos acercamos hacía el punto más importante de este recorrido,  la “Fuente de Guarrazar”, que es donde apareció en el año 1858 el famosísimo tesoro de las “Coronas votivas” pertenecientes a la civilización visigoda.

Allí pudimos comprender las diferentes zonas de la que se compuso el posible enclave de Sta. Mª. en Sorbaces y sus diferentes terrazas, con cantidad de piedras calcáreas que dejan una huella imborrable  del lugar.

Más tarde y después de dicha experiencia, nos acercamos a Guadamur, pues allí nos esperaba en su colina más alta el guía de estos temas visigodos Pedro Antonio Alonso, que nos mostró la ermita de la Ntra. Sra. de la Natividad, con su historia, parte de la historia y avatares sobre el tesoro visigodo y del cual pudimos ver las copias colgadas de su ábside.

Después se nos condujo hasta el centro de interpretación del tesoro de Guarrazar y allí pudimos observar no solo parte de la historia de la civilización visigoda, sino cantidad de pieza talladas en piedra caliza, pertenecientes a Sta. Mª, en Sorbaces, también las copias de varias de las coronas y otros objetos valiosos aparecidos en Guarrazar.

Después y para rematar esta jornada cultural, nos aproximamos a la ermita de San Antón, pues en ella se encuentra el Museo Etnográfico de la Comarca, de la Sociedad Montes de Toledo, donde hallamos cantidad de utensilios usados por nuestros ancestros, por lo cual nos recordaron nuestros años de niñez.

Tras una mañana llena de sorpresas y de un disfrute cultural sin precedentes, nuestro amigo y compañero Jesús al ser oriundo de Guadamur, nos invitó a visitar su casa en dicho lugar, allí pudimos contemplar una colección muy particular hecha por el mismo.

La sorpresa no se hizo esperar, pues este tiene una extraordinaria colección de motocicletas, entre los que se contemplan ejemplares bastantes antiguos, entre las que observamos una moto rusa, que tiene marcha atrás. Toda una nueva experiencia, que nos dejó bastante sorprendidos. Las marcas de motos son: Dnep con sidecar, Motoguzzi, Montesa, Cóndor, Motosacoche, Ossa, Lube o Velosolex. En fin que al tener mucho interés por ellas, ha coleccionado más de veinte motocicletas de distintas marcas.

Como el día acompañaba, a la hora del almuerzo, la familia de Jesús  nos   invitó  muy amablemente a una buena barbacoa al aire libre, que regamos con un buen vino de la comarca de Portillo. Quiere decir esto, que el día fue redondo, desde todos los puntos de vista, tanto histórico, de paseo, etnográfico y de buen yantar. Muchas gracias Jesús por este día tan agradable, que recordaremos toda la vida, pues pasamos una mañana muy agradable.

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Para ver el tema completo sobre el «Tesoro de Guarrazar», buscar en esta misma página:

Tras el rastro de un tesoro y sus once derivaciones.