POR TIERRAS DE LA SISLA MAYOR.

Tengo un  grupo de compañeros de trabajo, que cuando salimos de vacaciones y para relajarnos, tenemos la costumbre de hacer un día al año,  una excursión a algún lugar cercano,  especialmente olvidado pero con mucha  historia y a donde mora alguien de nosotros. Como base comenzamos en Sonseca, pueblo donde vive nuestro compañero Santiago Cabañas y el profesor Salvador García Peces, que gracias a las indicaciones del último, nos guiaron por estos lugares.

La primera vez que salimos de marcha por estos parajes, recuerdo que fue a las canteras de piedra berroqueña, es decir granito gris, donde fueron esculpidos los famosísimos “postes de Juanelo”.

Grandes bloques de gneis, que según la historia fueron tallados para las torres del agua que iban a formar parte del “Artificio” de Juanelo Turriano, relojero del rey Felipe II. Máquina extraordinaria que subía el agua del río Tajo hasta la cara norte del Alcázar de Toledo.

Muchas leyendas o quizás verdades se han escrito sobre estos postes, como que fueron ejecutados por el cantero Juan y su hija, para servir como cimientos de una de las salas del Palacio de Aranjuez,pasando por encima del río Tajo o para la escalera principal del Palacio Imperial del emperador Carlos I, hoy Alcázar de Toledo.

Desde luego hoy día parte de ellos se encuentran en sus canteras,  entre Sonseca y Orgaz. Otros redondeados se trasladaron a la entrada de la tumba faraónica del dictador Francisco Franco, en Cuelgamuros,  hoy Valle de los Caidos.

Su trasporte a últimos de los años cuarenta,  fue un gran acontecimiento, por la dificultad que ello acarreaba, por los pocos medios que había entonces en España,  sintiendo gran admiración por las gentes de los lugares por donde estos pasaban.

Después de contemplar y hablar de la historia de los postes que Juanelo Turriano mando labrar, fuimos recorriendo varios de los hitos que determinan los límites del término municipal de Sonseca, con respecto a otros pueblos vecinos. Todos muy curiosos, pues unos tienen forma de hito, otros están tallados con una cruz y otros son simple piedras levantadas, antojándosenos a nosotros como una especie de menhires.

Más tarde nos acercamos al pueblo de Casalgordo, que tiene una bella iglesia de diferentes estilos, pues si su estrada es porticada, su estilo es entre mudéjar y arabesco. La torre sin embargo es totalmente de piedra, que dicen venir de la presa romana de Alcantarilla.

En la fuente de la plaza de este lugar, tomamos un “tentenpie” para poder seguir el camino en este espléndido día veraniego, en una mañana tan buena como esta y poder observar tantos monumentos tan cercanos, en estos pueblos casi olvidados, que conforman la provincia de Toledo. Verdaderas reliquias que dan belleza al paisaje de cada  uno de ellos.

Después nos acercamos al punto álgido de la mañana, es decir, al monumento más importante de los alrededores, aunque es algo vergonzoso observar  el abandono en  que se encuentra, pues esta declarado como monumento histórico-artístico desde el año 1931. Me refiero a los restos de la iglesia visigótica de San Pedro de la Mata, en el término de Casalgordo, que hoy está agregado al de Sonseca.

Se encuentra edificada sobre una gran lancha de piedra, lo que la hace tener una gran potencia telúrica. Al haber aparecido un fragmento de inscripción en sus alrededores, se la data en tiempos del gran rey visigodo Wamba, en el siglo VII de nuestra era. Es de tipo cruciforme, con posible cimborrio central,  como casi todas las iglesias de este tipo, muy cercana a la de Sta. Mª. de Melque.

Se diferencia de esta última, por tener habitaciones al lado del presbiterio, como si hubiese tenido tres ábsides, como ocurre en Sta. Lucía en Alcuescar (Cáceres). También las tiene en sus costados y a los pies del propio templo, lo que hace pensar que en este lugar existió un monasterio visigodo importante, al pie de los Montes de Toledo.

Su aparejo es de piedra muy tosca con barro y nada se sabe de sus techumbres, aunque las dovelas que forman sus  arcos  de piedra, los hacen ser fortísimos estando algunos de ellos aún en pié, demostrándonos que el arco de herradura es de procedencia hispana.

Pero lo más importante, es que en su ábside principal, justo debajo de donde se debía hallar el ara del altar, se encuentra una especie de “hoyo” tallado en la base de su piedra, determinando la máxima fuerza telúrica del lugar, siendo bastante fuerte su potencia. Al acercarse las personas al mismo, notan una gran paz interior, pues es un  punto que se encuentra en consonancia con el entorno, siendo un vórtice o chacra colosal de estos contornos.

Por tal motivo en su interior y a  los lados de su ábside, se encuentran una especie de bancos de piedra para sentarse, sirviendo antiguamente para rezar concentrados y abstraídos, poniéndose en consonancia con el Cosmos, que es como una forma de llegar a Dios.

Alrededor se encuentran muchas grandes piedras, que el tiempo o las personas han ido desmontando, siendo trasladadas de un lugar a otro por varios motivos que ahora no vamos a contar. Pero si decir que en los contornos, hay una de ellas muy interesante, pues describe en esquema la forma de cómo fabricar un arco de herradura, con sus dovelas y sus jambas.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligacion por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

Copyright  A. Vega 2007.

Solo el respeto al medio ambiente y a la naturaleza, nos harán disfrutar de monumentos y parajes como estos, nunca lo olvides querido lector.