g – Su origen

Siguiendo el camino desde esta casa arruinada, también descrita como de los Pastores de la Quinta de Mirabel, al otro lado por su ladera Oeste, llegaremos a otra torrentera donde se halla la Fuente de la Peña, en cuyo manantial es donde se inician las galerías subterráneas posiblemente de origen hispano-romano.

Al lado de unos bloques de granito colocados como barrera y perteneciendo quizás a una antigua presa hoy desaparecida, vemos en su base una estructura de piedra con su hueco, siendo la verdadera captación de aguas de la Pozuela, pues desde allí vemos que bajo nuestros pies se encuentra una bóveda y en su comienzo observamos que se encuentran dos aberturas o pozos de captación muy cercanos entre sí, con sus tapaderas talladas en piedra de granito.

En el año 1353, se la denominaba ya como “el Pozuelo” o pozo pequeño, pero también como “el Álamo”, del cual queda un antiguo testigo, pues  aún vemos allí plantado un ejemplar de álamo negro, siendo a los pies de este árbol donde comienzan los subterráneos acuíferos, con los que se conforma dicha captación.

Este tipo de acueducto está determinado por una bóveda subterránea central, revestida exteriormente con tierra, que abarca la anchura y  la longitud de todo el arroyo de la Pozuela, en cuyos laterales se dejaron torrenteras, que son muy prácticas por lo que contaremos más adelante.

Dicha bóveda por su semejanza y disposición interior se parece mucho a la de Rabo de Buey la cual se encuentra en Mérida, así como a otras similares en Hispania, siendo su aparejo y estructura los que determinan el que estas bóvedas sean de tiempos hispano-romanos.

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