Por tierras del rio Guajaraz

Volviendo a nuestro paseo, diré que le comenzamos por la mañana temprano, recorriendo el camino antiguo que sale desde la carretera de Toledo hacia Guadamur. Cerca de este último e introduciéndonos por  el valle que forma el propio río Guajaraz, el paisaje en principio era de monte bajo y al caminarle desprendía una agradable fragancia, pues nos movíamos entre tomillos y mejoranas, hasta llegar al propio cauce del río, que se encuentra repleto de fresnos y algunos  sauces.

Al poco llegamos a una antigua y larga presa de tiempo medieval, siendo difícil de abarcar su asentamiento al estar muy deteriorada y llena de vegetación. Esta conducía el agua hacia a un viejo molino para moler grano, denominado el mismo como del “Tío Lego”, del cual se puede ver aún su estructura y el aliviadero de agua para mover de forma hidráulica sus ruedas y  moler el trigo para hacer la harina.

Parte de la historia del lugar y como vecino de ella, nos la explicó nuestro compañero Jesús. Con él comprobamos una especie de camino  de tiempos romanos, que pegado al molino desembocaba en un puente hoy tumbado y bastante destruido, cuyos pilares se encuentran en el río y cuyo aparejo nos pareció romano, como el del puente Canasta, solo que al estar a menor altura, la fuerza del agua le ha ido tumbando con el tiempo. Desde este, el río Guajaraz sigue su curso.

Paraje en un bello entorno, tanto paisajístico como histórico además de natural, pues es un gran biotopo, cuya naturaleza es muy rica con un olor muy especial, donde observamos zarzas y escaramujos, además de otros arbustos. También observamos a lo lejos lo que queda de una torre perteneciente a la mina de grafito que allí había.

Si alguien quiere aprovecharse de estas páginas, sabe que intelectualmente, tiene la obligacion por ley,  además de moralmente, de hacer referencia tanto del autor como de su trabajo.

© Copyright A. Vega 2012

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